Escasez de alimentos, hechos y teorías.
De entrada, acudamos a los hechos. Desde principios de este año se han reportado al menos 16 incendios en instalaciones clave de la industria alimentaria en Estados Unidos.
Es cierto que las teorías de conspiración han girado alrededor de los alimentos y las empresas que los procesan.
Existen versiones de que se usa carne de gato y otros animales para elaborar alimentos que son vendidos como “premium” para el consumo humano, o que las empresas tienen “pacto con el diablo” para dañar y envenenar a los consumidores.
Se han escuchado todo tipo de explicaciones al respecto de la industria de alimentos.
A estos rumores ahora se han sumado alertas respecto a que un grupo que actúa desde las sombras quiere mantener los altos precios de los alimentos prendiéndole fuego a instalaciones y plantas procesadoras.
Por ejemplo, en Oregón, con la sede de Azure Standard reducida a cenizas este 19 de abril, miles de personas se conmocionaron y comenzaron a alertar sobre otros casos similares de incendios inusuales registrados en instalaciones de distribución de alimentos en varios puntos.
En la ciudad agrícola de Hermiston, también en Oregón, ocurrió a finales de febrero una explosión en las instalaciones de Shearer’s Foods, una planta procesadora de alimentos.
Si bien no se reportaron personas muertas, varios de los trabajadores fueron hospitalizados, dejando un halo de incertidumbre por lo que esto puede significar para la comunidad y la economía local.
En Heyburn, Idaho, a mediados de abril de este año la planta de papas Gem State Processing se incendió cuando un avión la golpeó; en Jonesboro, Arkansas, una planta de Nestlé se incendió sin dejar personas lesionadas, pero las instalaciones fueron cerradas hasta evaluar los daños y regresar a las operaciones.
Así como estos casos, se han reportado daños a este tipo de instalaciones en Wisconsin, Illinois, Maine, Kansas, Indiana, Carolina del Norte, Luisiana, Washington e Indiana.
Por supuesto, todo el tiempo ocurren tragedias y accidentes en centros industriales, pero la manera consecutiva en que se han presentado los sucesos más recientes es lo que ha alertado a la población, toda vez que el propio presidente Joe Biden ha estado advirtiendo constantemente sobre la escasez de alimentos, al mismo tiempo que aprueba el envío de armas y fondos económicos de ayuda para Ucrania.
Estar listos para lo que depare el futuro.
Con estas acciones, muchos podrían pensar que hay una intención perversa de interrumpir el suministro de alimentos, aunque no está claro cuál es el propósito y cómo es que estas pérdidas impactan los mercados y la estabilidad social.
Es cierto que en los casos vistos las estructuras de los edificios no sobrevivieron al impacto de los accidentes, dejando prácticamente inservibles estos establecimientos industriales.
Estas pérdidas sin duda empeorarán en alguna medida la próxima escasez de alimentos, y al mismo tiempo alimentarán lo que muchos piensan que es “la tormenta perfecta” de factores combinados para crear el estrés más grande que se haya visto en tiempos modernos sobre las cadenas de suministros.
Aunque no vivamos en Estados Unidos, desde los países del llamado “tercer mundo” estamos acostumbrados a ver la miseria en las calles, en la manera en que se implementan las políticas, e incluso en nuestros propios hogares.
Para las sociedades con aspiraciones al primer mundo ya es algo común solamente entrar en un supermercado y tomar todo lo que nuestro salario pueda pagar.
El intento de programarnos para la “american way of life” con la casa en los suburbios, el auto familiar y la disposición de alimentos procesados en los anaqueles no ha alcanzado a alcanzar a todos.
Pero aquí, muchos vivimos en favelas y barrios marginados, usando un transporte público deficiente y comiendo lo más barato que podamos pagar.
Si no has puesto atención a lo que ha pasado con la economía, las industrias y los suministros dentro del modelo neoliberal que impera en las políticas económicas de los países desde hace al menos cuatro décadas, no te sorprendas cuando de manera repentina tengas que pelearte con tu prójimo por el último trozo de pan en la tienda.
Como si se tratara de una invasión de zombis o de aliens, los “manuales de sobrevivencia” abundan si le buscas un poco, como si desde todos lados esperaran que estés preparado para lo peor.
Algunos han recomendado retirarse de las ciudades hacia el campo, cultivar tus propios alimentos en la medida de lo posible, ahorrar todos los recursos que puedas y hasta construir tu propio refugio, ya sea contra una amenaza nuclear, una guerra en ciernes o algún virus liberado en un ataque biológico.
Por supuesto, el pánico innecesario es lo que menos requerimos para como están las cosas sucediendo en el mundo.
Tienes todo el derecho de creer si esto es otra manifestación de cómo las delirantes teorías de conspiración se apoderan del discurso político y mediático; o bien, prepararte para lo que sea que depare el futuro.