Mr. Iguana vs Las Viudas del Toreo. ¿Cómo enfrenta el odio un luchador?

Platicamos con Mr. Iguana, “El reptil más fino de la lucha libre”, respecto a cómo su personaje ha enfrentado el odio que exudan los aficionados en las arenas. Muchos asistentes a las funciones de lucha libre acuden para desestresarse y liberar las tensiones, sin tomar en cuenta que los gladiadores están ahí trabajando también, lidiando con problemas personales, de salud, tratando de dar lo mejor de sí; para que al final llegue una “viuda” a escupirle insultos, indiferencia y odio.

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La nostalgia de Las Viudas.

Seguramente para un luchador que va empezando no es nada fácil hacerle frente a la nostalgia del “público conocedor” que vivió de cerca el estilo de lucha libre que se desarrolló en la época dorada del Toreo de Cuatro Caminos, entre los ochenta y noventa.

Poniéndose solitos su investidura de aficionado experto, estas “viudas” no reparan en lanzar todo su odio contra luchadores como Mr. Iguana, por considerarlos improvisados, “hechos al vapor” y que “denigran a la lucha libre”.

Es cierto, existen grandes recuerdos de lo que ocurrió en el domo del Toreo de Cuatro Caminos, donde la empresa UWA propició realmente una revolución en este deporte-espectáculo, siendo igualmente iconoclastas al cambiar las reglas de lo que tradicionalmente se venía haciendo.

Gracias a estas innovaciones pudieron llegar a México luchadores extranjeros como André El Gigante, Hulk Hogan y muchos más que acudieron ahí a medirse contra los mexicanos consagrados, como Canek, Mil Máscaras o El Perro Aguayo.

El concepto de las tercias llegó al Toreo para quedarse, proyectando a facciones Los Brazos, Los Villanos, Los Misioneros de la Muerte, entre otros equipos que dieron luchas para la posteridad e instauraron el formato, que sigue vigente hoy en día. Además, el Toreo fue el cementerio de muchas máscaras que cayeron en sus funciones.

Las luchas extremas eran verdaderas carnicerías, con imágenes sangrientas que quedaron impregnadas en la mente de los aficionados, que añoran esos tiempos y al mismo tiempo critican que la lucha actual de las grandes empresas como Triple AAA o el Consejo Mundial de Lucha Libre no salga de sus gastadas fórmulas.

Al igual que estos aficionados, luchadores como el señor Adolfo Tapia, quien está detrás del personaje de L.A. Park han criticado el desempeño de Mr. Iguana. Hace poco circuló un video donde La Yezka, la mascota de Mr. Iguana se lanza en plancha desde las alturas y derriba a tres gladiadores.

Acciones como esas han provocado que Mr. Iguana se enfrente a hordas de aficionados “puristas” que critican y tiran odio, sin entender que todo se trata de darle vida a un personaje y una historia.

Mr. Iguana entiende tu hate.

Con influencias que abarcan desde el kickboxing, karate, krav maga israelí, y el jiu jitsu -en donde ha encontrado mayor disfrute y del cual es devoto-, Mr. Iguana está lejos de ser un improvisado y tiene la lucha tatuada en el corazón.

Lo acompaña La Yezka, una iguana de peluche que le regalaron en San Diego y que se ha convertido en el diferenciador de su personaje. Mientras los expertos y las viudas critican el estilo del personaje de Mr. Iguana, los niños son quienes han visto en él una figura a quien seguir.

Por supuesto, conoce de sobra cómo se mueve el negocio de la lucha libre: desde la confección de su personaje, los gimmicks sobre el ring, la historia detrás de una lucha, el alimentar una rivalidad, el provocar la reacción de públicos ajenos a la lucha para que se acerquen al trabajo que él hace (como la lucha que tuvo con el comediante Lalo Elizarrarás).

Por eso podemos ver a Mr. Iguana mofándose constantemente de la actitud de las viudas del Toreo, pero al mismo tiempo aceptando que la lucha libre es subjetiva hasta cierto punto, y depende del conocimiento y la ignorancia del fanático el estar al tanto de los distintos estilos de lucha.

En muchos casos los aficionados sólo reaccionan a lo que les ponen en televisión, sin saber si un gladiador es bueno o no, si tiene la preparación necesaria; solo se irán con lo que les llame la atención, ya sea el físico, el carisma, o cualquier otra característica.

No todos van a entender el desarrollo de un personaje, pero Mr. Iguana está consciente de que su proyección puede ser tomada de distintas maneras.

Por ejemplo, a pesar de que recientemente su personaje ha sido bien recibido por los niños, tiene mensajes ocultos que solo cierta parte de los aficionados alcanza a distinguir, como el cierto tipo de activismo “420” que promueve.

Pero una cosa es entender que tu personaje reciba odio, críticas o que no sea del todo entendido por el público; otra es lo que la persona que le da vida padece detrás.

El odio cala detrás del personaje.

Por salud mental, Mr. Iguana ha decidido enfrentarse de manera distinta a cada público donde se presenta, tomando las cosas de quien vienen, sobre todo ante las críticas que pululan en las secciones de comentarios en redes sociales.

Como todo humano, los luchadores no están exentos de sentirse decaídos o deprimidos. El estar todo el tiempo en gira, lejos de los seres queridos, y ponerse a leer tantos mensajes de odio, son cuestiones que sí llegan a afectar, a pesar de estar consciente de que no son ciertos. 

Al preguntarle sobre cómo afectan a la persona detrás del personaje este tipo de mensajes de odio, el reptil fino recordó a Hana Kimura, luchadora de Stardom quien se suicidó hace unos años a consecuencia de la depresión que sufrió por las burlas e insultos que recibía en redes sociales: “Siempre me acuerdo de ella cuando estoy en esa etapa porque digo, no me puede afectar de esa manera”.

Las presiones que reciben los atletas, tanto por sí mismos en la exigencia física, como por parte del público y el ambiente en el que se mueven con las opiniones que reparten, conducen muchas veces a cuadros depresivos. En la lucha libre y en el wrestling sobran ejemplos de las trágicas consecuencias que estas condiciones han llegado a provocar.

Muchos aficionados se pueden llegar a tomar de manera muy personal el hecho de que existan dinámicas arriba de un ring que no les gustan, como ver a los luchadores “payasos y bailarines” y considerar que denigran la verdadera lucha libre; pero no están viendo todo el cuadro completo.

Sí, podrá parecerte una m*m*d* que Mr. Iguana entre al ring contoneándose como reptil, que La Yezka le aplique un spanish fly a uno de sus rivales, o que Abismo Negro Jr le haga un martinete a una mascota de peluche.

Está bien que no te guste ver una lucha así, pero de eso a denigrar a un luchador solo porque no te gusta y del que ni siquiera puedes identificar sus movimientos ni sus técnicas, no te da la razón.

Lo que un personaje como Mr. Iguana ejemplifica puede extrapolarse fuera del mundo de la lucha libre. Nos cuesta trabajo entender que las cosas mutan, se transforman en otras, y que lo permanente es si acaso un recuerdo o una ilusión; la realidad de cada día es la que nos puede sorprender o disgustar, y dependerá de nosotros entenderla, enojarnos o ignorar que todo cambia.

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