El miedo a ser estafados con criptomonedas y NFT’s.
Cuando algo nuevo se asoma en el panorama podemos tener miedo y reacciones negativas ante su llegada.
Desde la irrupción del modelo de servicios y productos digitales como los formatos de soporte de audio o video, como el mp3 o el mp4, los corporativos tradicionales han puesto el grito en el cielo reclamando sus derechos sobre los productos que ellos crearon y que ahora todo el mundo puede acceder a ellos sin pagar un peso.
El auge de plataformas como Napster a finales de los noventa y el fenómeno que desencadenó para el futuro que vivimos hoy en el entorno digital, fue determinante en el cambio de las estrategias de los gigantes tecnológicos y en nosotros como consumidores al tratar de entender el funcionamiento de esta nueva realidad.
Actualmente la aversión a fenómenos como las criptomonedas o los NFT’s va en aumento, porque está permitiendo que algunas personas se hagan millonarias y ver eso nos molesta. Pero no nos engañemos. Lo cierto es que estamos situados en medio de un auge de la especulación sobre bienes inmateriales.
Lo que pareciera un delirio surgido en internet es en realidad una nueva visión sobre el funcionamiento del mundo, y puedes darte cuenta de cómo avanza este fenómeno en las secciones de tecnología y negocios de todos los medios digitales, que hablan de ello como si fuera un bien al que todos tenemos fácil acceso.
Muchas personas odian el concepto de NFT y de la Web3 por considerar que se trata de un esquema Ponzi, una verdadera estafa que ni la mejor flor de la abundancia podría mostrarnos.
Todos podemos entender cómo funciona un esquema de estafas multinivel, un negocio piramidal o una “flor de la abundancia”. Pero puede ser que no comprendamos del todo cuando viene un experto a hablarnos de blockchain, pero aun así sentimos la presión de pertenecer y unirnos a este esquema para no morir fuera del metaverso.
El término Web3, acuñado por Gavin Wood, el fundador del blockchain Ethereum, se dio a conocer en 2014 en un ensayo, y ahora es considerado como un texto “clásico” por parte de los entusiastas de las criptomonedas.
Justamente estos seguidores del blockchain pretenden que la visión planteada por Wood en el Web3 es “el futuro inevitable”, aunque todo pueda parecer una estafa, llevando hacia dos direcciones: un frenesí por la especulación de este futuro y una agresiva reacción de resentimiento.
Los culpables del nuevo futuro.
Los artistas de todas las disciplinas que se han aventurado a vender su producto bajo el formato NFT, medios que venden sus contenidos con este mismo esquema, e incluso estrellas del deporte que han decidido cobrar parte de sus salarios mediante bitcoins han recibido una andanada de críticas por parte del público, por considerar que están fomentando el lavado de dinero y que son unos parásitos sin moral.
Para los detractores de esta nueva lógica, quienes invierten en criptomonedas o apoyan el futuro compartido con las blockchains tienen un profundo odio por el planeta y la humanidad por apoyar un fenómeno que puede crear una hiperinflación.
Han sido celebridades y multimillonarios quienes se han aprovechado de la ignorancia del público general sobre los NFT’s, las criptomonedas o la Web3, como el caso de Kim Kardashian cuando fue demandada por promover una dudosa oportunidad de inversión en criptomonedas en su cuenta de Instagram.
La burbuja especulativa en el ámbito inmobiliario que desencadenó la crisis de 2008 podría estar repitiéndose con el auge de las criptomonedas, similar al fenómeno ocurrido en el siglo XIX en Estados Unidos con la famosa “fiebre del oro”, donde todos se lanzaron a terrenos desconocidos con la promesa de una valiosa recompensa, que al final resultó ser una estafa.
No te enojes cuando un crypto bro te tire spam para que te unas a su blockchain, y no caigas en su juego de que eres un tonto si no quieres entrar a la fiesta. En foros de Reddit puedes encontrarte todo un archivo sobre el comportamiento depredador que tienen los crypto bros.
Como señaló un moderador anónimo del foro r/Buttcoin no se trata de si el mercado se va a caer, porque de hecho colapsará; “sino que cuando eso suceda habrá muchos crypto bros que fingirán que fueron víctimas, y no podemos dejar que se salgan con la suya”.
Si solo fueran ellos quienes experimenten las consecuencias de su burbuja desinflada, en ellos quedaría asumirlas y hacerles frente. Pero si esta burbuja de especulación arrastra a quienes no tienen vela en este entierro, como pasó con la crisis de 2008, entonces todos resultaremos afectados y eso no es justo.
La idea del colapso de la civilización tal como la conocemos siempre ha rondado los discursos en todas las culturas a través de la historia, en visiones de un futuro oscuro que se cierne sobre nosotros, pero en realidad es un sentimiento recurrente.
¿Estás odiando el futuro si no participas de estos nuevos instrumentos? Las oleadas de estos cambios sociales desde el mundo virtual y digital nos están llevando mar adentro, a una realidad que puede asustarnos si no tenemos las herramientas para mantenernos a flote.
