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Blue Origin, la apuesta de Jeff Bezos por el turismo espacial del futuro - Blow

Blue Origin, la apuesta de Jeff Bezos por el turismo espacial del futuro

El espacio exterior es el nuevo centro para hacer negocios, con actividades comerciales como el turismo espacial que está comenzando a generar expectativas. Jeff Bezos, dueño de Amazon y fundador de Blue Origin, está buscando capitalizar esta área de negocios, ¿pero hacia dónde está mirando realmente el futuro?

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El turismo espacial como nuevo negocio.

Las inversiones y la especulación han llegado al espacio.

Desde la construcción de cohetes más baratos, el diseño de nuevas tecnologías de uso para los satélites, e incluso proyectos como campamentos de vivienda, hoteles espaciales futuristas y otras amenidades para la vida fuera de la Tierra, se han convertido en imanes para la inversión y la imaginación.

En los primeros días de abril de este año la compañía Blue Origin realizó su cuarta misión de turismo espacial, tras el despegue que realizó el cohete suborbital New Shepard desde la base Launch Site Oneen, en Texas. 

Estos “turistas” fueron impulsados por un cohete de 60 pies de altura, alcanzando una elevación superior en tres veces a la velocidad del sonido; es decir, a más de dos mil millas por hora para alcanzar la Línea Karman, a unos 100 kilómetros de altitud, en la frontera con el espacio exterior.

Desde ahí, alcanzando en esa cúspide el estado de ingravidez, las vistas de la Tierra seguramente son espectaculares.

Aunque la compañía no ha hablado sobre un precio fijo para vivir esta experiencia, se supo de la subasta de un boleto por 28 millones de dólares para viajar con el propio Bezos; por su parte, Virgin Galactic -competidor directo de Blue Origin- está vendiendo asientos por 450 mil dólares, por encima de su precio anterior que rondaba los 250 mil dólares. 

Si se continúa con los planes de hacer más asequibles estos viajes, incluso que cualquier estadounidense de clase media pueda pagar, es probable que se cumpla lo dicho por el arquitecto en jefe del programa New Shepard, Gary Lai, quien confía que en el futuro cercano “podamos realizar un lanzamiento cada semana”.

La nueva carrera espacial es privada.

La carrera espacial que Estados Unidos sostuvo con la Unión Soviética fue para demostrar el poderío tecnológico, político, económico y cultural de cada bloque, culminando con el controvertido alunizaje estadounidense.

Ahora, Elon Musk y Jeff Bezos, dos de los hombres más ricos del mundo, protagonizan esta batalla por el futuro de la humanidad en el espacio.

El sueño de Musk es llevar a los primeros humanos a Marte, mientras Bezos busca erigir una base permanente en la Luna y fundar colonias espaciales, para que las personas puedan vivir y trabajar ahí.

Mars Oasis es el proyecto que Musk busca implementar en el planeta rojo para instalar un invernadero y cultivar plantas ahí. Además, un objetivo por añadidura sería el generar más interés de las personas en la exploración del espacio, para obligar al gobierno a invertir más en esta área.

Por su parte, Bezos ha estado más interesado en el establecimiento de colonias espaciales, basado en el trabajo del físico estadounidense Gerard. K. O’Neill, quien desde 1976 planteaba construir cilindros para generar hábitats similares a las condiciones de la Tierra, como una gravedad artificial.

Además, el escritor de ciencia ficción Neal Stephenson ha sido otra gran influencia para Bezos, quien apoyado en sus obras creó Blue Origin en el año 2000.

El objetivo es trazar un camino al espacio con el cohete New Glenn, y aspirar a hacer lanzamientos y aterrizajes exitosos por debajo de la órbita terrestre con el New Sheppard, permitiendo a los turistas espaciales la experiencia momentánea de la ingravidez.

Bezos ha señalado que estos viajes suborbitales permitirán a Blue Origin ganar la experiencia necesaria para llevar a pasajeros hacia vuelos orbitales. Con este objetivo, Blue Origin busca ser el socio privado de la NASA para los futuros viajes tripulados a la Luna.

De hecho, Blue Origin, SpaceX y Dynetics son las tres empresas privadas que participarán en el programa Artemisa de la NASA, que espera en 2024 llevar nuevamente una misión tripulada a la Luna.

La NASA le ha dado recursos a estas empresas privadas para que construyan la tecnología necesaria para ir de la órbita de la Luna a la superficie lunar y regresar a la nave principal.

Bezos te quiere de “turista” fuera de la Tierra.

Los ojos de Bezos están puestos en la Luna, que sería la estación intermedia en el camino de Blue Origin hacia el espacio, un paso vital para la colonización espacial al funcionar como una gran fuente de combustible. Esta visión podría ser más ambiciosa que la de Musk, quien tiene su mirada puesta en Marte.

La idea de Bezos es que la Tierra se convierta en un centro residencial, casi un resort, al cual las personas podrían viajar desde las colonias espaciales.

Aunque admite que las tecnologías para hacerlo todavía no existen, podrían estar al alcance en unas generaciones. Incluso su visión del futuro va más allá, lanzando el Club para el Futuro, una iniciativa que busca inspirar a los niños para preservar la Tierra y desbloquear el camino de vivir y trabajar en el espacio.

¿Cómo ir trabajando esto? El estatus ya no estará marcado por las mansiones lujosas o grandes yates, sino que entre la élite tecnológica la exploración espacial será el último símbolo de estatus de poder e influencia.

El movimiento transhumano, basado en la religión del cientificismo, cree principalmente que la humanidad debe escapar del planeta Tierra para que la humanidad sobreviva, llegando a la última instancia de separar la mente del cuerpo humano. Buscar que la humanidad migre de un planeta colapsado en busca de nuevos horizontes, quizá tiene otra intención más allá del turismo espacial. 

Quizá pienses que estos magnates tecnológicos te quieren con tu fedora de titanio haciendo turismo espacial, cuando solamente están buscando que te largues de la Tierra.

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