Los planes de abrir hoteles en el espacio.
Hace unos días Orbital Assembly Corp anunció que existen planes para dos estaciones espaciales con alojamiento turístico.
Se trata de las estaciones Pioneer y Voyager. La primera tendría la capacidad para alojar hasta 28 personas y podría estar lista en 2025, mientras la segunda está proyectada para poder alojar a unas 400 personas, pero que estará lista para 2027.
Si bien desde el 2019 la Gateway Foundation presentó este concepto futurista que consta de varios módulos conectados por ejes de ascensores que forman un anillo giratorio que viaja alrededor de la tierra, el proyecto actual es supervisado por Orbital Assembly, luego de romper lazos con Gateway.
De acuerdo con la promesa de los directivos de Orbital Assembly, cualquier turista podrá vivir una experiencia de ensueño, casi de ciencia ficción, al alojarse en cualquiera de estas dos estaciones que se tienen proyectadas.
La visión a futuro es que el espacio exterior se convierta en un destino que los turistas tengan la ilusión de visitar.
El plan es que las estaciones funcionen con un esquema híbrido, para permitir el trabajo científico y de investigación en las instalaciones, y también el alojamiento de visitantes.
Para esto contarán con gravedad artificial que permitirá a los invitados moverse a como acostumbran estando en Tierra, aunque lo cierto es que esta tecnología ni siquiera está disponible actualmente en las estaciones espaciales.
¿Cómo serán estos hoteles en el espacio?
La estructura arquitectónica para estas estaciones está proyectada como un aro de gravedad giratorio, sobre la cual se podrán montar módulos espaciosos para crear entornos personalizables para los visitantes.
Rhonda Stevenson, directora ejecutiva de OAC, explicó que serán estaciones modulares seguras y confiables, que podrán generar ingresos y rentabilidad independientemente de los cronogramas de la NASA.
Al menos en el caso del hotel proyectado para la estación Voyager, se contaría con más de 11 mil metros cuadrados de espacio habitable, envueltos en la gravedad simulada creada por el mecanismo rotatorio de la estructura.
La estación será diseñada desde el principio teniendo en cuenta la interacción entre agencias espaciales de los países en Tierra que quieran conducir investigaciones sobre la gravedad, así como los turistas espaciales que quieran vivir la experiencia de alojarse en el espacio.
Además, se estima que los espacios de oficinas y las instalaciones de investigación también puedan estar en alquiler para las empresas y países interesados, tanto en Voyager como en Pioneer.
Tim Alatorre, director de operaciones de OAC, explicó que “la estación gira, empujando el contenido de la estación hacia el perímetro de la estación, de la misma manera en que se puede girar un balde de agua: el agua empuja hacia el balde y permanece en su lugar”.
Bajo esta lógica, en el centro de cada estructura de anillo giratorio no habría gravedad artificial, sino que la gravedad iría aumentando en la medida que nos alejemos del centro.
Se tendrían las comodidades comunes de los hoteles, como las duchas, los restaurantes y tener la capacidad de poder sentarse a comer o beber algo bajo la gravedad artificial; pero en los espacios con menor gravedad se pensaría en otras características para hacer más divertida y peculiar la estadía de los visitantes.
Los hoteles en la ecuación del turismo espacial.
Como te contamos hace unas semanas, la tendencia del turismo espacial está generando todo tipo de expectativas y especulación a su alrededor.
A medida que los grandes magnates inyectan dinero a proyectos de inversión en el espacio, también se incrementan las reacciones adversas contra el turismo espacial por considerarlo un desperdicio de dinero que bien podría utilizarse para aliviar algunos de los innumerables problemas de desarrollo que sigue habiendo en la Tierra.
Ante estos cuestionamientos éticos sobre los viajes espaciales turísticos que están comenzando a comercializar empresas como Virgin Galactic, de Richard Branson, y Blue Origin, de Jeff Bezzos, los directivos de Orbital Assembly han dicho que el plan para las estaciones Pioneer y Voyager es convertirlos en “los mejores destinos de ecoturismo”. Sea lo que sea que eso signifique.
Para que esta inversión se vuelva rentable, no se tiene que olvidar la dependencia del avance de la tecnología para abaratar los costos de lanzamiento, porque este tema seguirá siendo una barrera para cualquier intento de enviar tripulaciones al espacio.
Soñar estas posibilidades sí cuesta, y el gasto lo están absorbiendo estos multimillonarios de manera gustosa, como si fueran a ser los pioneros de algo mucho más trascendente que se ve en el futuro.
¿Te emociona que exista la posibilidad de que en tres años puedas hacer check-in en un hotel suspendido en el espacio?