El origen del tantra.
Sin embargo, la idea que tenemos sobre el sexo tántrico podría estar lejos del propósito de sus orígenes ancestrales.
Esta manera de entender la sexualidad es una buena forma de pasar el tiempo, pero es necesario entender que lo que conocemos ahora como “sexo tántrico” tiene más que ver con la actitud colonialista de occidente, más cercana a las ideas new age, que al rescate respetuoso de una tradición antigua.
El tantra está basado en una colección fragmentada de textos sagrados escritos en sánscrito, procedentes del lado oculto del hinduismo, el budismo y el jainismo. Un conocimiento que desafió la religiosidad normal y que no necesariamente gozaba de la mejor reputación.
Abarcando diferentes prácticas, en el tantra se incluían rituales mágicos, hechizos y mantras, bajo la idea de que la concentración puede llegar a liberar una energía espiritual muy fuerte. Entonces, el cuerpo se consideró como el vehículo necesario para poder alcanzar estados de conciencia elevados, ya fuera usando técnicas como el yoga o la pura gratificación física.
Es así como el tantra no se trata únicamente sobre sexo, ya que ni siquiera este aspecto es tan mencionado entre los textos sagrados y, de hecho, parece no habérsele otorgado una alta prioridad; fue entendido más como un regalo dado a la humanidad, que involucra un proceso que parte cien por ciento del cuerpo y que no necesita de nada externo.
Buscando el despertar sexual tántrico.
Tienes que entender que el tantra se trata de disciplina y no de un pretexto para desatar la promiscuidad. Se trata de comprender que el cuerpo y la mente pueden trabajar para hacer que se manifiesten energías opuestas que se complementen. Como la interacción entre el cuerpo masculino y el femenino, en una representación de la unión de lo opuesto.
La sexualidad femenina sigue siendo un territorio de bastos misterios. Por tanto, puede ser el inicio de un viaje para buscar el despertar del “kundalini”, la energía originada en el chacra base y que sube enroscada como una serpiente por la columna, hasta lograr una conexión energética y sexual. Esto puede permitir a las mujeres saborear nuevamente y disfrutar con plenitud en su energía sexual femenina.
Con esta unión, canalizando la energía que se desprende, es posible estar más cerca de la iluminación siguiendo simplemente un camino muy específico: el de los fluidos sexuales. La mayoría de las prácticas tántricas en el sexo están enfocadas en la importancia que tienen los fluidos que mujeres y hombres despiden durante la relación sexual, y a menudo en la actualidad se enfatiza la retención de semen y la práctica de retrasar la eyaculación lo más posible para incrementar el flujo de la energía espiritual mediante el sexo.
De acuerdo con Shakthi Mari Malan, autora de “Sexual awakening for women: A tantric workbook”, la energía sexual femenina es un umbral hacia el despertar espiritual, ya que es en lo femenino, mediante su receptividad e intuición, que pueden guiar a la parte masculina hacia lo desconocido, hacia los misterios del sexo, más allá de la mente del ego.
Los tiempos que vivimos vuelven necesaria la apertura a este tipo de conocimiento, que puede permitirnos un mejor entendimiento de la importancia que tiene la liberación de nuestras energías sexuales, una comprensión profunda de las consecuencias de encausarlas de manera adecuada.
Recuerda que, de acuerdo con la sabiduría del tantra, si la luz existe es porque algo se está quemando, solo es un pequeño momento que se presenta en la basta oscuridad que rodea el universo; así que aprovéchala para despertar mientras la veas, porque no dura para siempre.