Aunque alcanzamos a disfrutar de grandes festivales como el EDC y Bahidorá, al Vive Latino le tocó lidiar con las primeras restricciones para los espectáculos en vivo, sufriendo la pérdida de algunas bandas que ya no pudieron viajar para su presentación. Desde mediados de marzo comenzó la caída de los eventos masivos, se empezaron a posponer fechas y a reagendar las que estaban próximas; pero en muchos casos, conforme pasaban los días de encierro, se confirmaban cancelaciones definitivas.

Ahora con la “nueva normalidad”, sin duda, las medidas de control de higiene y capacidad de aforo en los distintos recintos serán más estrictas. Además, las grandes productoras del entretenimiento en vivo verán muy reducidas sus estimaciones de ganancias para este año, siendo que se habían proyectado números bastante prometedores, perjudicando así a toda una industria y, principalmente, a quienes disfrutamos de la música en vivo.

¿Hacia dónde apunta el futuro de la industria musical en este contexto? Desde ahora podemos ver muchas iniciativas por parte de artistas y promotores para mantenerse vigentes. Conciertos en línea a través de redes sociales, campañas de fondeo para nuevos proyectos, hasta shows exclusivos en plataformas digitales mediante un pago previo. Por parte de los organizadores de festivales, algunos han promovido la generación de contenido complementario a las presentaciones en vivo, como la liberación de algunos documentales y la difusión de listas de reproducción temáticas.

Para allá apunta todo: la nueva normalidad para la música se vislumbra desde casa, a distancia, con nuevas maneras de relacionarnos con nuestros artistas favoritos y seguir apoyándolos en sus proyectos.

Festivales cancelados.

A nivel internacional, destaca la cancelación de grandes festivales como Coachella, Lollapalooza, SXSW y Glastonbury. En México se cayeron Pa’l Norte, Ceremonia, Beyond Wonderland, entre otros. De momento, la edición de Corona Capital Guadalajara sigue en pie, al igual que actos muy esperados como Tame Impala y Bauhaus a partir de agosto.

El coronavirus se va contra las grandes promotoras de espectáculos.

La empresa Live Nation, con sede en California, anunció que no procederá con la compra de acciones de Ocesa que había pactado desde julio del año pasado con CIE y Grupo Televisa. Los cerca de 37 millones de boletos para espectáculos que mueve cada año CIE en México se verán muy reducidos, generando una falta de liquidez para la empresa. Probablemente sea hasta el próximo año que se reanuden los conciertos en vivo, con cambios drásticos en sus operaciones.