EDC 2022, vuelve el carnaval de amor a la electrónica.

EDC 2022 por fin llegó a México para darnos tres días de lo mejor de la escena de la música electrónica internacional. A pesar de la polémica que se genera entre el público por el consumo de drogas y la inseguridad, el regreso del carnaval electrónico cumplió con traerle un poco de ese amor a los ‘headliners’, que disfrutaron de la pirotecnia y las luces de los escenarios, el sonido y la energía multicolor que destila este festival.

Blow_Marzo_EDC_Post (1)

La fiesta electrónica multicolor.

El Autódromo Hermanos Rodríguez de la Ciudad de México volvió a convertirse en la sede para llenar a los ‘headliners’ de sonidos electrónicos, escenarios temáticos, pirotecnia y performers al vivir el regreso de la experiencia del EDC.

Electric Daisy Carnival es una marca que representa a nivel mundial la música electrónica de vanguardia que está generándose en el momento. Desde la EDM, el house, el techno, electro, drum and bass, trance, hip-hop, bass y trap; todas las variantes contemporáneas de la música producida con tecnología.

Cada escenario es un intento por capturar en la imaginación la unión entre la tecnología y la naturaleza, con elementos que provocan una revolución a los sentidos en la experiencia de cada uno de los asistentes. Un carnaval gigantesco que entrega arte interactivo desperdigado por todos sus rincones, acompañado de bailarines que pasean por todos lados, acróbatas y otros artistas del performance.

Asistir a este carnaval es encontrarse con escenarios bien identificados y que buscan evocar cierta atmósfera específica de la unión entre lo natural y lo sintético y tecnológico. 

Kinetik Field con su búho omnipresente se ha caracterizado por ser un sitio de adoración sonora, un templo para los ritmos sagrados de la electrónica. En Neon Garden la atmósfera se vuelve más oscura y profunda, para provocar experiencias minimalistas e inmersivas con una curaduría selecta de deep house y techno, mientras que wasteLAND se ha convertido en el refugio de los ravers aguerridos que buscan todas las reminiscencias de hard style para que la fiesta nunca se detenga.

Así entre cada escenario, paseando entre criaturas de metal que respiran fuego, superestructuras de madera tridimensionales y coloridas, ambientes que brillan en la oscuridad, y toda una flora y fauna incrustada de luces LED, los ‘headliners’ encontraron todo lo necesario para un viaje sensorial y de imaginación que los llevó al descubrimiento de nuevas propuestas.

Las nuevas propuestas.

Entre la cantidad de actos que se presentan en EDC y los múltiples escenarios, está bien meterse a escuchar a fondo a varias de las nuevas propuestas que se presentaron a lo largo de los tres días del carnaval, aunque no sean las más populares o con más hype en el momento.

Sin duda fue un acierto incluir en la programación a muchos proyectos nacionales que están comenzando a despuntar, tanto de la escena del clubbing como del perreo, poniéndolos alternados con actos internacionales dentro del XX Stage.

El trap latino y el perreo estuvieron presentes en el XX Stage con las actuaciones de Kidd Keo y Zaramay, sumado a las experiencias que ofrecieron Barbie Chola y Nota Culichi, dos experimentadas de los perreos que trajeron toda la actitud para el bellakeo intenso, haciendo mash-ups con reggaetón viejito, dembow, norteño y cumbia.

En Forest House, Badmoiselle tuvo la oportunidad de representar a Born In México con los cortes de su reciente EP en split con Kalexis, “Tándem 002”, entregando un techno que se va hacia un lado oscuro, sólido y envolvente, sobre el cual flotan vocales con efectos entre etéreos y fantasmagóricos.

En el Neon Garden Carl Cox y Boris Brejcha se encargaron de traer todas las variantes de house y techno para el público, a pesar de los contratiempos con el audio y las quejas sobre el tamaño del escenario, que se abarrotó para estos dos actos. Mientras en Circuit Grounds vimos el dj set que trajo Grimes, la apuesta de Deorro con su éxito donde mezcla a Los Tucanes de Tijuana, y la sorpresa de Testpilot, el alter ego techno de Deadmau5, que se presentó por primera vez en México trayendo sonidos que apuntan a nuevas direcciones.

¿Problemas bajo el cielo eléctrico?

Luego de esta edición del EDC muchos críticos no han dejado de ver problemas bajo el cielo eléctrico de este carnaval. Para muchos detractores, el EDC ha venido a menos porque se ha desvirtuado el sentido estrictamente musical para darle más importancia a lo superficial, y critican que se haya convertido en una pasarela donde llama más la atención quien más brillante se vea.

No es un secreto que, además de la música, buena parte del éxito de EDC se debe a la experiencia visual que proporciona a los asistentes, cosa que se les ha olvidado a estas voces críticas. La construcción del concepto detrás de cada escenario se realiza con cuidado en todos los detalles, para evocar el espíritu de elevación mediante el éxtasis sensorial que caracteriza a la filosofía de naturaleza cyberpunk que está detrás de EDC.

El hecho de que los medios tradicionales le estén dando cobertura a temas como la detención de dos chicas que portaban éxtasis y LSD, la batalla campal que se registró en algún momento durante el festival, o la polémica por el desnudo de Silverio durante su presentación del viernes, le da un poco de razón a quienes critican que el festival ya no se trata solo del amor a la música electrónica.

Muchos de quienes realmente disfrutan de estar actualizados con las tendencias de la música electrónica mundial se lamentaron que en esta edición no se le haya dado tanto espacio a corrientes como el hard style o el bass, que, si bien estuvieron presentes, para muchos no fue suficiente, sumado a los errores de audio y cálculo de aforo en algunos escenarios.

A pesar de los inconvenientes, el resultado de estos tres días de EDC fueron positivos, y los ‘headliners’ ya están especulando sobre los actos principales que debería traer la edición de 2023; dejemos que el amor a la electrónica siga su curso.

¿Te gusta lo que ves? ¡Compártelo!