Casi no hay nada imposible para las plantas.
Desde niños hemos conocido las historias de remedios caseros, casi siempre sugeridos por las madres y abuelas, que tienen como base principal el activo de alguna planta. Que si un té de orégano para el dolor de estómago, otro de manzanilla para el dolor de cabeza, también de menta para sacar las flemas de los pulmones; en fin, miles de plantas pueden usarse de diversas maneras para obtener sus beneficios y curarnos de muchos males.
Con el arribo de la temporada invernal es más propicio que los gérmenes se dispersen de persona a persona, estando todos encerrados resguardados del frío; así que nunca es tarde para voltear a ver lo que las plantas pueden hacer por la salud de nuestras familias, sobre todo en la etapa preventiva.
Las sustancias activas que podemos obtener directamente de las plantas son ideales para estimular la función inmunológica y prevenir los síntomas del resfriado, de la gripe y de la influenza. Las variantes en que podemos utilizarlas son distintas y se adaptan a cualquier necesidad que tenga nuestro sistema inmunológico; desde los tés, las infusiones, las cataplasmas, e incluso las vaporizaciones.
Si bien la ciencia moderna ha comprobado la efectividad de miles de remedios caseros que funcionan a partir de la utilización de plantas, no pensamos en este aval científico cuando muchas hierbas han sido utilizadas por miles de años para combatir todo tipo de padecimientos.
Desde tiempos inmemorables los seres humanos hemos aprendido a ir distinguiendo las propiedades antibacterianas y antivirales que tienen las plantas, semillas y raíces, las cuales nos ayudan a mejorar nuestra resistencia a las infecciones, sobre todo las relacionadas con el sistema respiratorio en épocas de frío.
Cuando se trata de estimular el sistema inmunológico para hacerle frente a las molestias de los resfriados, la gripe y la influenza, existen remedios herbales específicos que todos deberíamos conocer para cuando tengamos que utilizarlos.
Casi no hay nada imposible para las plantas, y como el invierno ya lo tenemos encima, queremos compartir contigo un par de remedios herbales que le darán a tu sistema inmune el refuerzo que necesitan para protegerte esta temporada.
Té chai.
Nick Polizzi, documentalista dedicado a dar a conocer las alternativas naturales a la medicina tradicional, recientemente publicó dos recetas fáciles de preparar que sin duda son un elixir de salud para estas fechas.
Esta receta de té chai se caracteriza por ser picante, cremosa e incluso perfecta como una bebida para las fiestas de fin de año, porque le puedes sumar el toque especial del anís estrellado o una rama de canela, que sin duda lo hacen más que reconfortante.
Este preparado puedes lograrlo combinando dos tazas de agua con un cuarto de cucharada de albahaca morada (tulsi), un cuarto de raíz de ashwagandha cortada (withania), un cuarto de raíz de shatavari secada y cortada (es un tipo de espárrago), junto con media cucharada de jengibre fresco cortado.
Calienta a fuego medio toda esta mezcla en un pocillo para té y cuando comience la ebullición le bajas la flama al mínimo y lo dejas hervir por al menos 15 minutos. Pasado este tiempo, puedes agregar dos semillas de cardamomo, un anís estrella y una rama de canela para dejar calentar por 5 minutos más.
Cuelas las hierbas y ahora sí, toma tus dos tazas favoritas para vaciar la mezcla, déjala que se ponga un poco tibia y a sanar. Puedes agregar leche y miel para cortar el sabor picante de las especias, pero no es necesario.
Jarabe de sidra de hierbas.
Este jarabe de inmunidad de sidra a base de hierbas usa las propiedades del rábano, el jengibre, la canela, el ajo y la cúrcuma. Todas estas raíces y plantas sirven mucho para tratar la congestión nasal, mejoran el sistema respiratorio, y tienen propiedades antivirales y antimicrobianas.
Para este jarabe se utilizarán media taza de raíz de rábano cortado, media taza de jengibre fresco rebanado, media taza de piel de naranja fresca, cuatro dientes de ajo picados, cuatro ramas de canela; una cucharada de rosa mosqueta seca, una cucharada de sauco seco, una cucharadita de cúrcuma, media cucharadita de granos de pimienta triturados, un cuarto de cucharadita de clavo entero, dos tazas de vinagre de sidra de manzana y media taza de miel.
Se mete todo en un frasco de vidrio y se llena con el vinagre por encima, dejando al menos una pulgada antes de que se llene el frasco. Se coloca papel encerado y sobre este se cierra la tapa para almacenar toda la mezcla al menos cuatro semanas en un lugar seco y oscuro.
Hay que dejarlo macerar y agitar de vez en cuando en los siguientes días. Luego, las hierbas se cuelan y se añade la miel hasta que se disuelva. Así, se toma una cucharada diaria para reforzar el sistema inmune, o para aumentar la protección si ya se tiene gripe o resfriado.
No queremos parecer tu abuela o tu mamá, ni hacernos los ayurvedas, pero realmente las plantas son la medicina de la naturaleza. No está de más que este fin de año inviertas un poco de tiempo en preparar estos dos potenciadores de inmunidad para que te protejas en esta temporada de enfermedades respiratorias.
