¿Vas a dejar de tomar? Te damos una iniciación al mindful drinking.

Es probable que estés entre ese grueso porcentaje de personas cuyo propósito de año nuevo es dejar de beber alcohol. ¿Estás seguro de que podrás dejar de tomar? Probablemente fracases, pero para evitar que te sientas mal contigo mismo, permítenos darte una iniciación al mindful drinking.

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¿En serio vas a dejar de tomar?

Primero te decían que el consumo de alcohol en exceso es nocivo para la salud, y que es el causante de cientos de miles de muertes cada año por accidentes viales o violencia (lo cual es cierto). Después el cuento cambió un poco y empezó a correr el rumor sobre las bondades de tomarte una copa de vino, presumiendo beneficios maravillosos para el sistema inmune y la prevención de afecciones al corazón.

Y ahora, con base en “estudios científicos recientes” (o un estudio realizado por alguna prestigiosa universidad) se descubre que tomar, aunque sea pequeñas dosis diarias de alcohol, puede causar fibrilación auricular y elevar la propensión a sufrir algún accidente cerebrovascular.

Con tanta información que cambia de un momento a otro, y con la poca atención que le pones a las fuentes de donde proviene, quizá decidiste que lo mejor sería dejar de tomar de una vez por todas.

Si bien existen condicionantes culturales que nos presentan el alcohol como algo socialmente aceptado, e incluso como una actividad que en ciertos contextos se espera que realices, pocas veces cuestionamos estas normas. Estar plenamente conscientes de lo que metemos a nuestro cuerpo debería también aplicar al momento en que se presentan este tipo de presiones.

Pero, antes de que afrontes tu nueva vida de abstinencia, permítenos iniciarte en una práctica que podría hacer que sigas tomando sin tener que soportar la carga física y emocional de la bebida.

Iniciación al mindful drinking.

Básicamente se trata de que estés atento a las razones que te mueven a beber y qué tanta cantidad consumes, con el propósito de que tu relación con el alcohol sea mucho más amable con una tendencia a reducir tu consumo. Para llevar a cabo esta práctica de manera adecuada, debes detenerte entre trago y trago para preguntarte si debes seguir o si te beneficia en algo hacerlo.

Podrá sonar fácil, algo obvio y hasta mamador, pero si lo piensas bien no lo es tanto. Requiere de un trabajo interior importante el estar dispuesto a cambiar nuestra relación con el alcohol mediante la observación de cómo nos representamos cuando tomamos decisiones.

Entre los beneficios directos que puedes tener si aplicas esta mentalidad en tu consumo de alcohol, pueden destacarse el mejor descanso, mayor energía para ejercitarte, el fortalecimiento del sistema inmune y, tal vez lo más importante, la confianza que puede desencadenar dentro de ti el hecho de ser alguien que toma el control de tus decisiones.

Existen algunos consejos básicos para poner en práctica el mindful drinking, encaminados a mejorar nuestra experiencia con el alcohol. Lo primordial, como te mencionamos, es tener el temple para hacer una pausa entre trago y trago para evaluar si realmente necesitas ir por el siguiente. A veces, por inercia o presión social, simplemente tomamos la botella y seguimos empinándola, como si tuviéramos un brazo mecánico.

También puedes armarte un plan alternativo a tus compromisos sociales en los que sabes que habrá alcohol. Puedes tener una cantidad fija previamente para no pasarte y que te sirva de guía, o bien hasta evitar acudir al lugar y tener una actividad alternativa como respaldo. Claro, ningún plan te funcionará si es demasiado restrictivo, porque la respuesta del cerebro será rebelarse contra las reglas, así que la flexibilidad debe estar contemplada en este plan.

A lo que apunta este sistema es a encontrar la satisfacción en la apreciación del momento, el poder tener una experiencia placentera en el disfrute de cada bebida, desde el sabor, el ambiente y hasta la copa en la que sirvieron. Tienes que amar el trago que te estás dando, si no, mejor ni te lo tomes. 

Ten en mente que no se trata de que tomes el camino de la sobriedad y la abstinencia absolutas, a menos que así lo decidas.

 

 

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