Beso de Cupido.
Vas a amar este coctel si tienes la paciencia para hacerte de todos los ingredientes que se necesitan.
Primero, toma una copa de martini y pasa el borde por miel para escarcharlo con trocitos de cinnamon hearts, que son unos dulces de sabor canela que quedarán perfecto para la ocasión.
En un shaker con suficiente hielo pon 1 onza de Chambord -un licor de frambuesa con vainilla y coñac-, ¾ de onza de licor de cacao blanco y ¼ de onza de whisky infusionado con canela. A parte, en un mezclador pequeño agrega un poco de crema y píntala con granadina al gusto para que adquiera un color rosado.
Una vez lograda la crema rosa agrégala al shaker con el resto de los líquidos y mueve por al menos 30 segundos para que todo quede bien mezclado. Sirve la mezcla directo en la copa escarchada con los trocitos del dulce de canela, y si gustas acompáñalo con fresas cubiertas de chocolate para que pases el mejor San Valentín.
Rosa bella.
La rosa bella es un elixir dulce, que resalta por su intenso color rosado. Para prepararlo pon hielo en el shaker junto a 2 onzas de ginebra, 1 onza de Aperol, 1 onza de licor de naranja y 1 onza de granadina. Con todo dentro, muévete como si ya lo hubieras logrado.
Si te pones creativo, puedes invertir un poco más y conseguir una copa con forma de rosa para impresionar a tu acompañante. Una vez que vaciaste la mezcla del shaker en la copa, puedes terminar de llenarla con un poco de agua mineral a tu gusto, y darle el toque decorativo final con una cereza en el borde. Ya entrados en gastos y cursilerías, tómense el trago en la cama cubierta de pétalos.
Martini de cereza.
La sensualidad, sutileza y elegancia del Martini no pueden faltar si se trata de intentar una conquista con un trago.
No queremos meternos al debate de si el Martini debe ir con ginebra o vodka, porque en este caso no seguiremos la normativa del clásico con aceitunas y limón, sino que se trata de una presentación especial de San Valentín, para la que creemos que funciona mejor el vodka.
Agrega 2 onzas de vodka a un vaso con hielo, 1 onza de licor de cereza, 1 onza del almíbar que tienen las cerezas en conserva, y lleva todo directo al mezclador y agita durante algunos segundos hasta que queden bien incorporados todos los ingredientes.
Para la decoración, en un plato tira un poco de jarabe para que ruedes por ahí el borde de la copa, y así puedas escarcharla con una azúcar infusionada con cereza. Sirves el Martini de cereza en la copa y decora con una gomita en forma de tubo, atraviésala con un palillo y ponle una cereza en la punta.
Daiquiri de fresa-plátano.
El daiquiri es una opción infalible para San Valentín. Esta versión que te presentamos es más fácil de preparar porque los ingredientes son un poco más comunes y accesibles. Necesitarás 50 mililitros de ron blanco, seis fresas, un plátano maduro picado, azúcar al gusto y 20 mililitros de jugo de limón.
Lleva a la licuadora hielo suficiente para asegurar la frescura del coctel. Comienza agregando el ron, las fresas, el plátano troceado, el azúcar que gustes y el limón. Tapa y pon a trabajar la licuadora hasta que el hielo quede triturado y la mezcla homogénea.
Para servir coloca en la copa un fondo de granadina y enseguida vierte la mezcla directo de la licuadora a la copa. Termina decorando con una rosa de goma sabor fresa y con una pajita para beberlo.
Sabemos que en gustos se rompen géneros, y quizá algunos prefieran utilizar vodka en lugar de ron; pero sin duda es una apuesta segura decidirse por el ron, ya que la fuerte presencia del sabor del plátano se estabiliza utilizando el destilado de caña.
Disclaimer.
Existen muchos tragos alusivos a San Valentín, pero los que te acabamos de presentar son sólidos y accesibles para todo tipo de consumidores, ya sea que quieras algo sumamente elaborado para impresionar a tu pareja, o solamente tomar algo refrescante y delicioso mientras esperan a ver cómo avanza la noche.
Por supuesto, sabemos que no necesitas un disclaimer para saber que estos tragos no necesariamente te van a traer el amor, ni harán que te vean como alguien atractivo; pero están riquitos y se ven bonitos.
