La efervescencia de una industria.
Al menos desde 2020 ya se advertía una invasión en el mercado mexicano de esta bebida, fabricada a base de agua carbonatada saborizada y alcohol.
El diferenciador con el que las empresas han entrado a pelear el mercado a bebidas como las cervezas, es promover una imagen de frescura y ligereza. Los fabricantes de hard seltzers hacen parecer su producto a un refresco, con una graduación alcohólica entre los 3 y 5 grados, y la promesa de una baja proporción de calorías.
Fue a partir de 2019 que en Estados Unidos se empezaron a poner de moda estas bebidas, atrayendo a un mercado de al menos 7.5 millones de consumidores, generando hasta 1,500 millones de dólares en ventas, por lo que representa un negocio atractivo que está en crecimiento, expandiéndose a otros países, como el caso de México.
Grupo Modelo, Coca-Cola, Heineken y otras grandes compañías que manejan diversas marcas, ya han incursionado con propuestas de hard seltzers. Mediante la idea de ser bebidas alcohólicas que no añaden tantas calorías y resultan más ligeras para los consumidores, se posicionan dentro de un nicho de mercado con amplio potencial de consumo y crecimiento.
Tal si fuera el caso de bebidas como el sex on the beach, la imaginería a la que recurren los anunciantes de los hard seltzers también muestra playas, fiestas, sol, calor, frescura, inundando las redes sociales con este tipo de publicidad, que apela a los estilos de consumo emergentes, que buscan una versión más ligera de las cosas.
Te están quitando el calor y el dinero.
Debido a las restricciones de convivencia a raíz de la declaratoria mundial por pandemia, como el cierre de bares y restaurantes que golpeó a la industria de alimentos y bebidas, el mercado comenzó a inundarse de productos como los hard seltzers, que prometen ser más saludables por su menor contenido de azúcar y calorías.
Heineken lanzó Pura Piraña, mientras Grupo Modelo entró al juego con Michelob Ultra Hard Seltzer, sumándose posteriormente Coca-Cola a este segmento con la marca Topo Chico, así como otros jugadores más pequeños que quieren un poco de este mercado.
Para algunos, el concepto de hard seltzer solo resulta un eufemismo con el que se disfraza a una bebida alcohólica, operando como el resto de la industria alimentaria, que promueve connotaciones positivas de un producto que en realidad puede ser perjudicial para la salud.
De acuerdo con Mundo Basulto, autor de “Beber sin sed” -título que estudia la industria de bebidas- el que el hard seltzer sea promocionado como una bebida baja en calorías no la hace necesariamente una buena opción para la salud; “tienen menos calorías que un refresco convencional, pero no significa que la calidad de estas calorías sea buena”, aseguró.
No puede negarse que el hard seltzer está de moda, lo cual podemos ver cada que abrimos los refrigeradores de supermercados y tiendas de conveniencia. La mezcla de un porcentaje de alcohol razonable con un sabor frutal y amable parece infalible para un consumidor que ha adquirido nuevos hábitos y estilos de vida.
Como parte de la evolución natural de este segmento, empiezan a aparecer nuevos formatos de hard seltzer e incluso versiones cannábicas, que buscan acercar a los consumidores a una experiencia que le exija mayor atención y apertura a la búsqueda de nuevos sabores y efectos.
Con o sin calor, la industria seguirá capitalizando tu necesidad de refrescarte y sentirte ligero al mismo tiempo, aunque te hagas el desentendido y no quieras aceptar que solo es otra bebida alcohólica.