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Canadá transforma el amor psicodélico en negocio farmacéutico.

De drogas psicodélicas ilegales a medicamentos recetados.

Canadá ha enmendado sus leyes para permitir que los pacientes cuyas vidas estén en riesgo por enfermedades mentales puedan tener tratamientos con MDMA y psilocibina. En el caso de la psilocibina, que anteriormente se permitía para “cuidados paliativos”, ahora podrá ser utilizada directamente.

La intención es que pacientes que no han tenido progreso con terapias y otros medicamentos, sean atendidos con un programa público que les haga llegar las drogas psicodélicas tras la revisión de sus casos. Esta medida pretende que exista un uso controlado e individualizado para cada paciente mediante una terapia convencional supervisada.

Como continuamente te hemos mostrado en Blow, existe evidencia científica que respalda los posibles usos terapéuticos de muchas drogas restringidas, ya sea proveniente directamente de plantas y elementos naturales, o de la síntesis química de alguno de sus componentes.

El gobierno canadiense ha declarado estar al tanto de la ineficiencia y las limitantes de muchos de los tratamientos aplicados en pacientes con trastornos de salud mental, por lo cual es revolucionario el impulsar alternativas que han demostrado utilidad pero que tenían restricciones legales. 

Los observadores del gobierno canadiense dijeron que este gesto podría ser un ejemplo para el manejo de la política de salud a nivel internacional. Esto mientras inversionistas particulares y empresas comienzan a ver una oportunidad con esta legalización.

Terapias y negocios.

Desde principios de enero algunos grupos de terapeutas canadienses comenzaron a pedir la legalización de las drogas psicodélicas para su uso médico, con una vehemencia que no se veía hace mucho dentro del gremio de las psicoterapias.

Las temidas drogas psicodélicas, perseguidas para bien y para mal, ahora son un medicamento recetado. Los especialistas se han dado cuenta de las poderosas propiedades que tienen las drogas psicodélicas, que pueden administrarse de manera similar a los antidepresivos.

“Rompen el ego, permitiéndote dar un paso atrás y ver lo que está pasando”, defendió recientemente el doctor Robert Tanguay, operador del Newly Institute, haciendo hincapié en que estas sustancias no deben usarse de manera aislada, sino integrada a una terapia convencional supervisada.

Incluso el Newly Institue está esperando que se amplíen los límites de la terapia psicodélica para incluir al LSD y la ayahuasca. De acuerdo con estos terapeutas, las autoridades médicas canadienses todavía no sienten que exista un estándar de seguridad básico para la psilocibina, asegurando que se han probado sus efectos desde hace siglos.

Parte del negocio farmacéutico que implica que ahora estas dos opciones psicodélicas estén disponibles de manera legal, implica la entrada de productores de MDMA y psilocibina, mientras que centros de atención privados para el tratamiento de enfermedades mentales están pensando en expandirse y abrir en nuevas ciudades.

Previo a este paso vanguardista en la atención de las enfermedades mentales, Health Canada era la que otorgaba a los pacientes una exención para conseguir MDMA, psilocibina y otras drogas psicodélicas para atender de manera paliativa algunas condiciones específicas.

Pero ahora, con este mecanismo de estado, se le darán drogas psicodélicas a los pacientes que así lo requieran bajo supervisión, mientras los médicos deberán seguir extendiendo las recetas de manera controlada e individualizada.

Industrias psicodélicas.

Los grupos y colectivos a nivel internacional que se mueven en favor de la legalización de sustancias siguen avanzando e incidiendo en el juego político, mediando entre farmacéuticas y gobiernos. Sustancias que muchos consumidores atesoraron con amor ahora serán parte del mercado farmacéutico legal.

La producción, distribución y venta de drogas psicodélicas podría ser el próximo unicornio lucrativo, al que ya esperan empresas como Psygen, asentada en Calgary, que planea fabricar LSD y psilocibina junto con otras cinco psicodélicos sintéticos para la industria farmacéutica.

Danny Motyka, el CEO de Psygen, ve una gran oportunidad de mercado, considerando la fuerte inyección de inversión que está registrando este modelo de negocio. Empresas como Atai Life Sciences, de Alemania, o Compass Pathways, del Reino Unido, están valuadas en más de mil millones de dólares.

La empresa canadiense de psicodélicos sintéticos espera terminar de instalarse para marzo de 2022, con la capacidad de producir entre 12 y 15 kilogramos de psilocibina sintética por año, suficiente para la demanda derivada de la investigación clínica. Tras este paso y la reciente aprobación de uso médico de la psilocibina y el MDMA en Canadá, Psygen podrá llevar su producción a escala comercial de sustancias de grado médico.

Sumado a los fabricantes directos de drogas psicodélicas sintéticas, están emergiendo fondos de capital destinados a invertir en distintas cadenas de esta nueva industria. 

Servicios financieros como Horizons ETF, que administra un fondo que permite a las personas invertir en el mercado más grande de psicodélicos, ya cotiza en bolsa reuniendo más de veinte empresas involucradas; o Noetic, un fondo de Toronto recientemente recaudó 32 millones de dólares en su primera ronda e invirtió en 22 empresas, entre ellas Psygen.

Ante los múltiples riesgos dentro de este naciente mercado, ¿hacia dónde crees que se dirige la liberalización de las drogas? ¿Crees que se terminó el amor psicodélico en favor de un gran negocio?

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Sexo hasta la muerte. ¿Podrías morir mientras haces el amor?

En serio, podrías morir mientras lo haces.

El cine nos ha enseñado todo tipo de maneras en las que podríamos morir mientras estamos disfrutando del sexo. Ya sea que tu pareja sexual tenga un ataque enfermizo de celos y rencor y quiera asesinarte; que te enrolles con un sociópata que terminará por perseguirte con una sierra eléctrica; o que alguna práctica riesgosa de BDSM se salga de control y termine en tragedia.

Que tu vida llegue a su fin después de una sesión épica de sexo no es algo que busques heroicamente solo por alcanzar la petite mort. Cuando existen riesgos reales de morir por la excitación del cuerpo al tener relaciones, morir por el orgasmo no sería el objetivo.

Los beneficios físicos y psicológicos de la actividad sexual son palpables desde los primeros instantes; comenzando por el cambio positivo en el humor, siguiendo con otros más específicos como la reducción de la presión arterial alta, y la mejora del sistema inmunológico. Por si fuera poco, cuando termines seguramente dormirás mucho mejor.

La intensa ruta para llegar al orgasmo también permite que se libere la oxitocina, la llamada “hormona del amor” que nos hace proclives a crear vínculos con las personas y generar mayor confianza en nosotros.

Así que es interesante detenernos y cuestionarnos si realmente estuviéramos dispuestos a correr todo tipo de riesgos por alcanzar un orgasmo, incluso aunque sepamos que tenemos pocas probabilidades de morir en el acto.

¿Qué dicen los estudios?

Lo cierto es que es poco frecuente que las personas mueran durante el sexo o poco después de esta actividad física. 

La llamada “muerte coital” es rara y abarca solo el 0.6% de los casos de muerte súbita analizados por especialistas en un estudio reciente en Alemania, y aunque la actividad sexual puede desencadenar un infarto al miocardio, el riesgo relativo en las dos horas posteriores a la actividad sexual fue bajo.

Sin embargo, un nuevo estudio publicado en el ‘Journal of American College of Cardiology’ que ha analizado las muertes repentinas por ataques cardíacos en 6.847 casos entre 1994 y 2020 ha concluido que, sorprendentemente, la edad media de este tipo de tragedias está decreciendo, afectando a sujetos más jóvenes. 

Aunque los fallecimientos que se produjeron durante o después de mantener una relación sexual solo comportaron el 0,2%, la edad media en la que se dieron fue de 38 años, con un notable incremento del porcentaje en mujeres (un 35% de ese 0,2%).

Además del caso alemán, en Estados Unidos, Francia y Corea del Sur los estudios de muerte cardíaca súbita en relación con la actividad sexual han indicado que la mayoría se presentó principalmente en hombres de 59 años en promedio, siendo la causa final de muerte un infarto al miocardio.

Ha llamado la atención que es cada vez es más común que se presenten casos en población relativamente joven. Los adultos jóvenes que tienen diagnosticada alguna condición cardiovascular adversa deberían consultar con su cardiólogo sobre el riesgo asociado con la actividad sexual.

Sin embargo, la baja incidencia de muerte en estos estudios sugiere que el riesgo es muy bajo, incluso en personas con enfermedades cardíacas existentes.

Las causas posibles.

Cuando llega a ocurrir una muerte súbita durante una relación sexual, las causas pueden ser muy variadas, aunque en la mayoría de los casos puede darse a consecuencia del esfuerzo físico en combinación con alguna condición preexistente o el consumo de algún medicamento controlado o drogas ilegales. 

Imagina como hombre meterte unas rayas de cocaína acompañado de un whiskey o coñac derecho, añadiendo un viagra o cialis a todo este cóctel para irte preparado a la cama con tu pareja. Suena a una gran idea, como de película; pero si tienes condiciones físicas que puedan ponerte en riesgo tal vez deberías pensarlo dos veces.

El sildenafilo, que conocemos comercialmente como viagra, es un fármaco seguro en personas sanas, pero cuando existe una condición coronaria o cardiopatía el riesgo de usar esta sustancia para potenciar las relaciones sexuales sí podría llevar a un desenlace fatal.

Los cambios en los flujos sanguíneos asociados a la actividad sexual pueden incrementarse en situaciones específicas, tanto por el consumo de sustancias como el viagra u otras drogas, también por comer y beber en exceso -que es una situación bastante usual-, así como cuando el pulso se altera debido a situaciones concretas como hacerlo con un desconocido o en un lugar público.

Por supuesto, mientras más envejecemos somos más propensos a una muerte cardíaca súbita, y en hombres que luchan contra padecimientos como la disfunción eréctil, la hipertensión, entre otros de tipo cardiovascular, serían mayores las probabilidades de tener problemas para lograr un desempeño sexual satisfactorio.

Como pudimos ver, la probabilidad de morir cogiendo es en realidad baja, pero saberlo nos hace conscientes de que podemos hacer mejor las cosas para disfrutar de las experiencias que se nos presenten, porque la actividad sexual realmente es un pilar de la calidad de vida. 

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